Los miedos no se comparten.
Hace no mucho escribí en mi diario que María de primaria soñaba con hablar inglés & viajar. La idea de siquiera subirse a un avión la veía lejísimos, diría que hasta imposible. Si hoy la tuviera enfrente no le daría spoilers porque qué aburrida la vida cuando te la spoilean, aunque le daría pistas: no te podrás dormir en aviones por el ruido; siempre que puedas escoge ventana; ponte ropa muy cómoda aunque viajes por una hora; no olvides la almohada para el cuello, si no será un martirio todo el vuelo; el inglés te sale bien fluidito, no te pongas nerviosa; NO SEAS PENOSA, pls; revisa bien tus escalas & no olvides tu botella de agua.
Cuando era chiquita practiqué ballet como dos años de mi vida, la verdad no recuerdo de qué año a qué año pero si tengo muy presente que me aburrí de los movimientos & la música lenta. Mi salón estaba en el tercer piso & cuando subía, siempre pasaba a un lado del salón en donde se practicaba danza irlandesa. Short long story: me cambié a danza irlandesa & disfruté mucho dar brincos que resonaban en la duela. Eventualmente dejé de ir a la academia de danza por una decisión que no fue mía. ¿Extraño ir? Muchooo, muchísimo. Si pudiera, me volvería a poner las zapatillas & esos preciosos vestuarios. En cada festival me tenían que hacer caireles porque así es el estilo de las irlandesas. Quién diría que con el tiempo yo descubriría que tengo caireles naturales, nada más no sabía cómo acomodarlos.
Bueno, bueno... ¿por qué les cuento esto? Así como logré muchas cosas que María chiquita quería hacer, esa misma María chiquita me ha relevado miedos que ella tuvo. Crecí pensando que esos miedos seguían siendo tangibles a mis 15, mis 18, mis 22, mis 25... pero la verdad en que no. María de 10 años no le puede pasar los miedos a María de 25 (casi 26). La gente cambió & yo también, al igual que esos miedos. He arrastrado tantos miedos durante taaaanto tiempo que ellos empezaron a arrastrarme a mí a un lugar que ya no existe.
Yo estaba segurísima que el miedo al rechazo venía porque me habían rechazado muchas veces (según yo) peeeero nunca me pasó. Sin embargo, debido a la gente que estuvo presente en mi vida desde la primaria aprendí que podría ser rechazada. A estas alturas no puedo culpar a nadie, no serviría de nada pero me gustaría decirle a María de primaria que la quiero mucho, que logramos lo que nunca pensamos pero que no me puede compartir sus miedos. María adulta tiene otros miedos por palpar & resolver, no puede arrastrar más porque son muy pesados.
Hagan las paces con sus yo pequeños. Nadie los está dejando atrás, más bien solo les quitamos lo chido de esas épocas & lo malo que se quede allá. Estoy segura que mucho de lo que no creían posible cuando eran peques, sus yo adultos lo hicieron realidad. Hi five por eso! Espero que su versión chiquita esté orgullosa de quienes se están convirtiendo.
Tschüss!
Comentarios
Publicar un comentario