la vida a través de mis oídos
Ahí voy otra vez a romantizar mi vida, comper.
1 de julio
Hace rato estaba en una de las sesiones de un taller que estoy tomando. Hoy hablamos sobre la interculturalidad lingüística y hablamos de una película FABULOSA que se llama Sueño en Otro Idioma. ¿La han visto? Creo que desde que estaba en Lenguas me moría de ganas por verla y hasta hace un mes se me hizo. Está gratis en YT, véanla :)
Y bueno, también discutimos si todo lo que escuchamos es conocimiento. ¿Ustedes qué piensan? Yo digo que antes de ser conocimiento, primero escuchamos datos que se pueden transformar en información, y posteriormente nosotrxs decidimos si se convierte en algo significativo o no. En la sesión de hoy, todas éramos morras y no saben lo impresionante que es escuchar a morras romantizar la vida cotidiana. Hoy romantizamos los sonidos que nos rodean. La sesión terminó con la pregunta: ¿qué escucharon hoy?
¿Qué escuché hoy? ¿Qué escucho en mi día a día?
Lo primero que escuché hoy (lo cual me despertó) fue a Pancha afuera de mi cuarto arañando la puerta para que le abriera y se metiera a las cobijas conmigo. La dejo un rato esperando para escucharla ladrar porque me gustan mucho sus ladriditos. Escuché sus quejas y la dejé pasar. Escuché su respiración y cómo se relame los bigotes. Escuché que mis papás ya estaban empezando su día, cada uno haciendo cosas diferentes pero tienen algo en común: escuchar las noticias en el radio. Escucho a mi mamá en la cocina, acomodando trastes. Si escucho la puerta principal abrirse, sé que mi papá o mi hermano salieron a correr, pero a veces los escucho ejercitarse en la casa. Todo lo escucho mientras estoy medio dormida, con Pancha a un lado. Si Luna está adentro de la casa, escucho sus pisadas; anda siguiendo a mi mamá o se está acomodando en la sala.
Todas las mañanas escucho que mis papás y mi hermano están en la cocina, desayunando. Escucho como pegan las cucharas en las tazas de café o en los platos. Ya sé dónde se sienta cada uno, entonces me imagino la escena. ¿Escucho a través de mis ojitos también? Creo que sí. Escucho pisadas en las escaleras, los conozco tan bien que en un segundo ya sé quien está subiendo. Escucho sus pasos y cómo arrastran los pies. Mi hermano es el que arrastra más los pies. Mi mamá es la que anda más rápido. Escucho las botas de mi papá. Escucho puertas abrirse y cerrarse. Escucho claramente las charolas de comida de Luna y Pancha: mi mamá está a punto de darles de comer. Pancha también escucha y baja lo más rápido posible. Escucho las pisada de Luna y los brincos de Pancha en la entrada de la casa. Escucho a mi mamá abrir el costal de croquetas. Escucho a mi mamá decirles "Ya voy, ya voy. Qué desesperadas." Darles de comer es una algarabía. Y para ese momento escucho mi panza, yo también tengo hambre.
Mientras escucho a los tres alistarse a paso apresurado en la planta alta, yo estoy abajo desayunando. Escucho el programa de radio que es imperdible en esta casa de lunes a viernes. Escucho a Luna y a Pancha comer. Escucho muuuchas veces a mi papá decirle a mi mamá "andaleeeee". Los tres se van y escucho el motor de los coches y un portón abrirse y cerrarse. Escucho muchas llaves sonar. Luego, silencio.
Apago el radio y escucho a Pancha quejarse en la puerta principal, otra vez se quiere meter. Realmente Pancha es la encargada de quejarse por Luna. Pancha se queja y Luna espera a que sus quejidos le sirvan a ella también. Usualmente sí funciona. Las dejo pasar y escucho que Pancha ladra y llora de emoción (como si fuera la primera vez que entra a la casa). Luna camina a su cama y Pancha me sigue. Escuché un podcast que no me encantó y luego puse música de Alejandra Guzmán (he terminado de aceptar que me gusta mucho su música).
Escucho la música y también las teclas de mi laptop; vivo frente a mi laptop. Escucho a Luna quejarse mientras duerme y escucho los suspiros de Pancha. No sé cuántas horas pasan, pero todos esos ruidos me acompañan. En el taller mencioné que lo que escucho en Mérida es muy diferente a lo que escucho en Toluca. En mi casita de Mérida escucho (no veo) la TV muchísimo porque en esa casa se ven 3 o 4 películas diarias. Siempre escucho desde mi habitación, a veces trato de adivinar qué película es con los diálogos que distingo. Allá también escucho cucharas chocando con tazas, pero los que hacen ese ruidos son mi roommies. Allá no hay quien me despierte en las mañanas arañando mi puerta. ¿Y si adopto un perrito & le pongo Benito?
Todos los días mis oídos tienen una rutina diferente & yo no lo sabía. También mis ojos, pero de eso hablaremos después. Los tqm. Gracias por leerme.
Tschüss!
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